José Herrera Gallegos vive y trabaja en Oaxaca, de donde provienen muchos artistas mexicanos populares. Pertenece a la Sociedad Mexicana de Acuarelista y es uno de los acuarelistas más activos de su país, habiendo obtenido diversos premios y reconocimientos por su obra.

“Podría decir que soy un artista autodidacta, pero de una manera u otra todos tenemos la virtud de la observación y con ella podemos desarrollar nuestras habilidades. Ser un artista salvaje – en el buen sentido de la palabra – te permite crear tus propios mundos, por eso creé el altar de mi credo particular. La herencia mexicana prehispánica tiene un profundo significado en mis imágenes. Quizás estoy intentando redefinir las etnias de mi país dándoles no sólo la forma, sino también la sustancia. Tlacuilos (que significa 'el que escribe' y/o 'el que pinta') eran los encargados de decorar los templos aztecas, pero no conocían el concepto de arte… así entiendo yo la pintura”.