De niña, a Catarina Alkemark le encantaba dibujar y pintar, y ha seguido haciéndolo durante toda su vida. Después de terminar la escuela secundaria, pintó casi exclusivamente con acuarela. Es en gran parte autodidacta, asistiendo a talleres con artistas reconocidos.

Catarina vive en la parte sur de Suecia con su esposo y trabaja a tiempo completo como enfermera de cuidados intensivos.

“Después de un día de trabajo exigente, es muy agradable despejar la mente y encontrar nuevas energías con una hoja de papel en blanco y hermosos colores. La felicidad es cuando sucede algo asombroso en el papel. Me gusta desafiarme a mí mismo con motivos cada vez más difíciles. Empecé con flores simples y ahora pinto paisajes nocturnos y personas. Desafiarte a ti mismo es una buena forma de desarrollarte. Quiero que mis pinturas cuenten historias, permitiendo que mis espectadores imaginen lo que está sucediendo”.