Cuota:

El lapislázuli ha sido apreciado por su belleza, sus propiedades místicas y su perfección como pigmento. Las civilizaciones antiguas creían que las vetas de pirita brillante que se encontraban en el lapislázuli eran oro real, lo que elevaba su valor. El gasto de la piedra hoy, como en el mundo antiguo, resulta de su dureza, lo que dificulta su extracción. Extraído en las montañas de América del Sur, este pigmento con calidad de gema es de un azul grisáceo sutil, con un color clásico que refleja la luz (debido a la forma irregular y angular de las partículas de pigmento). Nuestro lapislázuli genuino es al menos 80% pigmento de gema pura suspendido en un aglutinante natural.
Comenzando con 10 partes de agua por 1 parte de pintura (en peso) en la paleta, nuestro químico pinta la mitad superior de la muestra de manera uniforme con un pincel redondo para mostrar el color y las características de la pintura. Para la mitad inferior, sumerge una brocha plana de ¾” en la pintura solo una vez, luego aplica el color en franjas hasta que la brocha esté seca, lo que muestra el tono y el comportamiento del color a través de un lavado. Utilizamos estas muestras para combinar colores durante el proceso de fabricación.